¡Hola todos!
Nos tocó evaluar un bebé de pocos días de vida con sospecha de crisis epilépticas. Logramos registrar en video los episodios y también demostrarlos en el monitor aEEG, lo cual nos permitió confirmar el diagnóstico inicial. Recién con este paso pudimos empezar el tratamiento con medicación anticonvulsivante.
Nos preguntamos si siempre es necesario demostrar las crisis del recién nacido en el electroencefalograma. Revisando el consenso relacionado a crisis epilépticas en el recién nacido publicado por la ILAE (Liga Internacional de lucha contra la epilepsia) en 2021, encontramos la nueva definición de crisis en recién nacidos, que surge a partir de una observación reconocida desde hace varios años: las crisis que vemos (crisis clínicas) representan sólo una parte muy pequeña del fenómeno epiléptico. En realidad, como encontró Murray en 2008, esa parte es apenas el 7%. Es decir, las crisis que vemos representan la punta del iceberg. El resto de actividad eléctrica es silente y sólo puede ser reconocida mediante el registro electroencefalográfico.
La definición de la ILAE para crisis neonatales es la siguiente:" un evento eléctrico anormal y súbito definido por un patrón definido y evolutivo con una mínima variación del voltaje de 2 microvoltios, y con una duración de más de 10 segundos." Como vemos, una definición muy técnica y restringida al monitoreo EEG, que no requiere que existan cambios de tipo clínico.
Esta definición contrasta con la realidad de la mayoría de unidades neonatales, que no cuentan con los equipos de EEG indispensables para esta tarea. De esta realidad se derivan los dos grandes problemas actuales en el manejo de las convulsiones neonatales: subestimar las crisis eléctricas (que pueden ser muy abundantes y no darnos ningún signo clínico, especialmente en neonatos en estado crítico) y sobreestimar los fenómenos clínicos (considerar que todos los movimientos anormales son crisis y emplear medicamentos anticonvulsivantes sin que sea necesario).
La ILAE ha tomado varios años en lanzar esta publicación debido a que existen aún muchas diferencias en relación a las crisis neonatales y las crisis en otras edades, lo cual dificulta los consensos. Este primer paso, proporcionando una definición de crisis de tipo técnico, requiere de un equipamiento específico y de personal entrenado, y representa un reto enorme para quienes atendemos recién nacidos.
Puedes revisar el consenso aquí: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/epi.16815
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