¡Hola todos!
Seguimos revisando el tema de las infecciones del sistema nervioso central y en esta oportunidad vamos a dar una mirada a dos trabajos nacionales que tocan un mismo tema desde diferentes puntos de vista: la gran variabilidad que existe en nuestro medio cuando se trata de establecer las indicaciones para realizar un estudio de líquido cefalorraquídeo.
El primer trabajo que revisaremos, publicado por Zea (Rev Per Med Exp Salud Publica, 2016), reportó el uso de las punciones lumbares (PL) en los casos de sospecha de sepsis tardía en tres hospitales de Lima. Los autores encontraron que sólo en el 21% de casos (2.3% en uno de los hospitales) se realizaban PLs en caso de sospecha de sepsis tardía.
A su vez en el 17% de estos bebés a quienes se realizó PL se encontraron hallazgos correspondientes a meningitis bacteriana. Y en concordancia con lo descrito en la literatura, 5 casos de meningitis fueron diagnosticados en pacientes sin hemocultivo positivo.
El estudio no encontró diferencia en la duración de la terapia entre los episodios en los que no se realizó una PL y los episodios en los que se descartó una meningitis.
Los autores concluyen que el uso de PL en la evaluación de sepsis tardía es muy bajo y heterogéneo en nuestro medio y recomiendan enfatizar la importancia de la realización de la PL en la evaluación de sospechas de sepsis en las unidades neonatales y en los programas de entrenamiento de futuros neonatólogos.
Una segunda mirada a este problema la publicó Vera-Pastor (Revista Peruana de Pediatria, 2019) quien realizó una encuesta a 159 médicos neonatólogos y pediatras de las unidades neonatales de Lima y provincias para explorar los criterios médicos para indicar la punción lumbar.
Al contrario de lo observado en la práctica según lo observado en el trabajo de Zea, el 73% (116/159) de los participantes de la encuesta afirmó que realizaría la punción lumbar en casos de sospecha de sepsis, criterio que fue más frecuente entre neonatólogos 76.8% (63/82) que en pediatras 68.8% (53/77). Los neonatólogos tienden a realizar más la punción en casos de sepsis confirmada (62.2%) y en casos de hemocultivo positivo (73.2%) que los pediatras.
El trabajo exploró también si existía asociación entre el criterio de realizar la punción lumbar y las universidades de procedencia, las sedes hospitalarias o la edad del médico, pero no pudo demostrar que esta asociación exista. La única asociación clara fue la de realizar la PL y tener la especialidad de neonatología. Ante la evidencia de que los médicos sin especialización en neonatología dejan de hacer la PL con mayor frecuencia, los autores comentan que la difusión de las indicaciones precisas para realizar dicho procedimiento favorecerían rápidamente la uniformidad del criterio, posiblemente a través de una guía de aplicación nacional.
La PL es el único procedimiento mediante el cual podemos diagnosticar una meningitis neonatal, Sus beneficios claramente superan a los riesgos, debiéndose realizar en pacientes sin contraindicaciones y con manifestaciones clínicas de sepsis o meningitis, ante la presencia de indicadores de laboratorio que sugieran sepsis o en casos de aislamiento de un germen por hemocultivo. La indicación se sustenta por la posibilidad de meningitis neonatales con hemocultivos negativos y porque la identificación del germen y su sensibilidad antibiótica siguen siendo las mejores herramientas para el control de esta enfermedad tan devastadora.
El artículo de Alonso Zea puede ser revisado aquí:
El artículo de Vera Pastor puedes leerlo aquí (número completo de la revista de la SPP):
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