¡Hola todos!
Observemos las manos de nuestros pacientes: las veremos cerradas, abiertas, parcialmente cerradas, con el pulgar por encima o por dentro de los dedos... Nos preguntamos si nos pueden dar información sobre el desarrollo del bebé o algunas claves de diagnóstico.
Una primera observación es distinguir la mano cerrada o en puño como signo de alarma del desarrollo. Para tener una idea más clara revisamos el estudio de Faridi (European Journal of Pediatric Neurology, 2005), uno de los escasos trabajos descriptivos dedicados a este tema. El estudio evaluó observaciones de 550 recién nacidos en las primeras 48 horas de vida, cuando el bebé se encontraba en vigilia quieta aproximadamente una hora después de haber sido alimentado. 75% de los bebés mostraban la mano cerrada o en puño, en 61% de ellos el hallazgo fue bilateral. El pulgar se ubicó lateral a los dedos, por encima de ellos o por debajo en 18%, 24% y 57%. de casos respectivamente. Esto nos permite afirmar que la mano cerrada o en puño no es un signo predictor de patología neurológica en la edad neonatal, sobre todo si el resto del examen neurológico es normal. Jaffe (Pediatrics, 2000) describió manos cerradas en 62.5% de 200 pacientes evaluados, ninguno de los cuales persistió con este signo pasados los 7 meses de vida.
Por el contrario, para la Dra Amiel Tison, el hallazgo de pulgar cortical persistente sí es un fuerte indicador de patología prenatal. En este tipo de pacientes podemos encontrar otros hallazgos, como bajo peso al nacer, microcefalia, alteraciones de la succión y la deglución, una actividad motora pobre, que se van a a mantener sin variación en los días posteriores al nacimiento.
Otra patología donde el hallazgo de pulgar cortical es útil como clave diagnóstica es la hidrocefalia congénita secundaria a estenosis del acueducto de Silvio. En estos casos la presencia de pulgares cautivos nos sugiere un tipo específico de patología secundaria a la mutación del gen L1CAM
Finalmente, algunos autores asocian la patología neurológica con el hallazgo de pulgares corticales más allá de los tres meses o la presencia de una mano firmemente cerrada que no se abre espontáneamente.
Puedes leer la publicación de Jaffe aquí:
El artículo de Faridi se puede revisar aquí: