¡Hola todos!
Vimos un caso interesante en la unidad de cuidados intensivos donde a un bebé prematuro de 30 semanas con 3 semanas de vida se le encontró una parálisis facial derecha que no estaba presente al nacer. El bebé se encontraba recibiendo soporte oxigenatorio con CPAP y no presentó otros síntomas adicionales, salvo edema facial localizado. Nos preguntamos si el CPAP se puede asociar a esta presentación clínica.
Revisamos la serie de casos de Pandita (BMJ Case Reports, 2018), quien reportó parálisis facial idiopática en tres pacientes en India. Todos se encontraban con CPAP, dos de ellos fueron prematuros sin factores de riesgo. En los tres casos reportados se investigaron causas adquiridas de parálisis facial como infecciones, incluyendo el descarte de meningitis bacteriana e infecciones óticas u osteomielitis del hueso temporal. Se realizaron también ecografías cerebrales e incluso resonancia magnética cerebral que resultaron normales. Los tres bebés tuvieron una evolución favorable con resolución de la paresia facial en un periodo aproximado de un mes.
La parálisis facial afecta aproximadamente al 1% de recién nacidos, la gran mayoría de estos casos (90%) se asocian a causas traumáticas y tienen factores de riesgo conocidos, como la posición fetal, la macrosomía, el parto instrumentado o la madre primigesta. La parálisis facial idiopática es muy infrecuente, por lo que debemos tener precaución antes de usar el término de parálisis facial traumática si no estamos seguros de que así sea el caso.
La lesión periférica del nervio facial se caracteriza por el compromiso total del movimiento de la hemicara ipsilateral, En el recién nacido (más aún en el prematuro) el proceso mastoideo no está desarrollado, lo que expone al nervio facial a lesiones por compresión en el corto trayecto desde su salida a través del agujero estilomastoideo hasta su ingreso en la glándula parótida (Barbut, EMC Otorrinolaringología 2017) Este es el mecanismo que proponen los autores del artículo para las parálisis secundarias al uso de CPAP. A diferencia de la parálisis de Bell del niño o del adulto, este trastorno no requiere de tratamiento con corticoides y tiene una evolución muy favorable con resolución completa en los siguientes meses.
Recordemos que existe un diagnóstico diferencial de la parálisis facial como el sindrome de Moebius, la microsomía hemifacial congénita (que se puede encontrar en el síndrome de Goldenhar) y la hipoplasia del músculo depresor del ángulo de la boca (también llamado Sindrome de Cayler).
En los pacientes con CPAP y aparición de paresia facial, debemos considerar la posibilidad de una lesión por compresión, descartar las posibilidades infecciosas o traumáticas y vigilar la colocación y posición de estos dispositivos.
Puedes revisar el estudio de Pandita aquí:
El excelente artículo de revisión de Barbut sobre anatomía del nervio facial que revisamos para este post lo puedes descargar aquí:
Puedes revisar el video dedicado a la evaluación del neonato con asimetría facial en el canal de YouTube de NeuroNeo: https://youtu.be/v4HloZcbJzA
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