¡Hola todos!
Hoy nos hacemos una pregunta que parece sencilla pero puede presentar algunos retos para ser respondida: ¿Cuándo podemos afirmar que un recién nacido es normal?
Quizá podemos empezar a responder reconociendo que debemos ampliar nuestra visión a varios parámetros más allá de la apariencia. No es suficiente constatar que el bebé "luce bien" o que está "activo y reactivo" para decir que es normal.
¿Entonces qué más debemos evaluar?
Podemos mencionar los criterios del departamento de Medicina Neonatal del Hospital Brigham, quienes proponen cuatro parámetros básicos para esta afirmación. El bebé debe cumplir los cuatro criterios para ser considerado normal:
Autorregulación: el bebé duerme y despierta en ciclos de duración variable, despierta y llora buscando ser alimentado y puede ser fácilmente calmado succionando su mano, con cambios de posición, con las voces, etc
Postura : el bebé mantendrá sus extremidades en cuadriflexión en forma pasiva y activa
Patrones de movimiento: movimientos de extensión de las extremidades que retornan a la flexión, no son movimientos con propósito. En prono intentan levantar la cabeza y al ser incorporados tienden a mantener la cabeza y el cuello alineados. Cuando lo sentamos, puede llevar la cabeza a la línea media. Cuando lo paramos, se apoya en ambos pies y muestra el reflejo de marcha.
Atención: puede fijar la mirada y seguir un objeto blanco/negro, los estímulos auditivos logran captar su atención con más facilidad
Por otro lado, la Dra Claudine Amiel-Tison, pionera de la neurología neonatal, propuso diez criterios para definir una función cerebral normal en el recién nacido:
Perímetro cefálico normal
Suturas craneales normales
Fijación y seguimiento visual fácil de obtener
Estado normal de alerta (ausencia de signos de encefalopatía)
Succión eficaz y rítmica
Contracción de los músculos flexores del cuello y el tronco cuando se lo incorpora para sentar (pull-to-sit)
Predomina la flexión axial (cabeza, cuello y tronco) en reposo
Predomina la flexión de las extremidades en reposo
Pulgares en flexión y manos independientes de los dedos
Adaptación del sistema nervioso autónomo durante el examen (respiración y frecuencia cardiaca regulares) que revelan integridad del tronco cerebral.
Posteriormente esta autora diseñó una lista de cotejo llamada Evaluación de la capacidad neurológica y adaptativa del neonato" con 20 ítems en 2 grandes categorías: la primera dedicada a la capacidad de adaptación, y la segunda la valoración neurológica (tono pasivo y activo, reflejos y evaluación general)
Una recomendación es que todos los neonatos deberían tener una valoración de este tipo antes de su alta con la madre. Ya tenemos algunos parámetros que nos pueden ser útiles para valorar la integridad del sistema nervioso, podemos incorporarlos a nuestra secuencia de evaluación para complementar lo que ya empleamos y sobre todo para identificar a los bebés en riesgo en forma temprana.
Puedes buscar:
Amiel-Tison C. Valoración neurológica del recién nacido y el lactante. Editoral Toray-Masson, S.A., 1991.
La escala de valoración la puedes encontrar aquí: