¡Hola todos!
Hoy revisamos el tema de asfixia perinatal y encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) y reflexionamos sobre las grandes diferencias que encontramos en el manejo de estas patologías en los diferentes centros locales. Yendo un poco más allá, nos preguntamos cómo va el panorama en nuestra región.
Para responder esta pregunta revisamos un trabajo publicado por Domínguez Dieppa (MEDIC Review, 2021) que presenta información recopilada por la red SIBEN durante el año 2019. Se trata de uno de los primeros trabajos en enfocar este problema desde el punto de vista epidemiológico, reuniendo datos de 33 unidades de cuidado intensivo neonatal pertenecientes al sector público en 6 países (11 de República Dominicana, 18 de Argentina, y 1 de Ecuador, Brasil, Perú y Venezuela).
Los 146 casos analizados con diagnóstico de EHI corresponden a 5.1% de los pacientes atendidos en las UCIs, la mitad de los cuales requirieron ser reanimados (51%). En un 27% de casos no se reportó la severidad de la EHI. 67% de recién nacidos experimentaron convulsiones, aunque el artículo no precisa si se trata de crisis clínicas y/o eléctricas y cuántos de estos pacientes fueron monitorizados durante el procedimiento.
Un porcentaje preocupantemente bajo, 13%, logró recibir hipotermia, siendo en su mayoría pacientes que recibieron el modo corporal en comparación con el cefálico (75 vs 25%). Se administró hipotermia a 2 pacientes con EHI leve (al momento no recomendada), 4 con EHI moderada, 8 con EHI severa y 5 con EHI de gravedad no precisada. Mientras que la mortalidad en la población de pacientes hospitalizados en las UCIs fue de 11%, la mortalidad entre los pacientes con EHI fue casi 4 veces mayor, llegando a 42%, con un 60% de los fallecimientos atribuibles a la propia asfixia.
Los autores llaman la atención sobre algunos datos importantes: aún existe un porcentaje importante de recién nacidos que son reanimados con oxígeno al 100% (40% del total de reanimaciones), mientras que sólo un 11% lo hacen con oxígeno ambiental, lo que llama a continuar difundiendo y entrenando al personal con las recomendaciones generales al respecto de la reanimación.
Otro aspecto que los autores resaltan es que, a diferencia de otras regiones del mundo, no existen datos epidemiológicos confiables en América Latina, puesto que ningún país de la región, con excepción de Cuba, mantiene registros nacionales de esta patología, a pesar de ser una de las primeras causas de morbimortalidad neonatal. Estos datos son indispensables para la implementación de tratamientos como la hipotermia terapéutica, por la logística que implica iniciar un tratamiento especializado de alta complejidad en las primeras seis horas de vida.
¡Tenemos mucho por hacer en la región! Como parte de estos esfuerzos, el grupo colaborativo SIMBIOSI está preparando un coloquio donde conversaremos sobre la diversa realidad del manejo de la EHI en nuestros países en el mes de Febrero de 2023.
Mientras tanto puedes revisar el trabajo de Domínguez que te dejamos aquí:
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