¡Hola todos!
Entre los muchos aprendizajes de la jornada de la mañana del Curso virtual de Neurologia Neonatal, escogimos este tema a propósito de un bebé de 33 semanas y con muy bajo peso, ingresado a nuestra unidad, nacido por una cesárea de emergencia por un desprendimiento masivo de placenta, quien mostró una severa encefalopatía y EEG con hipovoltaje. Este paciente no recibió hipotermia puesto que no cumple los criterios de inclusión. Nos preguntamos si podemos emplear los mismos criterios que empleamos en los niños mayores en los bebés de 33 a 35 semanas con sospecha de EHI.
El Dr Iván Salazar discutió hoy una publicación de Gopagondanahalli (Frontiers in Pediatrics, 2016), donde se discute una propuesta de criterios diagnósticos de EHI en el prematuro.
Una primera idea es que los eventos centinelas son muy raros en el prematuro, es mucho más común identificar condiciones clínicas que producen hipoxia-isquemia sostenida como la acidosis fetal, la insuficiencia respiratoria, la inestabilidad cardiovascular (enfermedad respiratoria severa, apnea recurrente, ductus patente persistente, cardiopatía congénita, sepsis). El otro componente fisiopatológico frecuente es la inflamación sistémica asociada a infecciones maternas, sepsis y enterocolitis. Por esta razón los eventos centinela no se consideran criterios mayores de diagnóstico, como sí es el caso de los neonatos de término.
La segunda idea que deja la charla es la utilización de criterios clínicos para diagnosticar encefalopatía en el prematuro. Los autores han empleado como evidencia un trabajo realizado en 2012 por Chalak (Journal of Pediatrics, 2012) donde emplea los criterios clínicos de Sarnat en una población de 33 bebés de 33 a 35 semanas con EHI, observando evolución clínica y radiológica muy similar a las observadas en bebés mayores a 35 semanas.
¿Y qué ocurre con los pacientes mas pequeños? Ya que al momento no contamos con estudios que evalúen escalas clínicas aplicables en prematuros menores de 33 semanas, La propuesta sugiere que, por el momento y mientras se reúne más evidencia, se incluyan los bebés con alteraciones significativas del examen neurológico y/o con diagnóstico electrográfico de crisis.
Reconocemos el reto que representa unificar los criterios para diagnosticar EHI en el prematuro distinguiéndola de la clásica definición en el bebé de término. Esta es una primera e interesante propuesta que podemos evaluar para mejorar nuestros diagnósticos, y esperemos en el futuro nos ayude con el manejo y el pronóstico.
Puedes revisar la versión completa del artículo de Gopagondanahalli aquí.
El artículo de la Dra Chalak está en versión completa aquí: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22033298/
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