Hola todos!
Nos toca revisar un tema que continúa siendo importante causa de atención neonatal, y también de morbilidad neurológica y no neurológica. Nos referimos a la hiperbilirubinemia neonatal, que afecta hasta un 50% de bebés a termino y 80% de prematuros, en su mayoría en la primera semana de vida.
La bilirrubina, cuando se encuentra en niveles altos, puede cruzar la barrera hematoencefálica y depositarse en algunas estructuras cerebrales (principalmente el globo pálido interno y los núcleos subtalámicos), afectando su función. Estas alteraciones pueden ocurrir en ausencia incluso de un cuadro clínico evidente. Bhutani (Semin Fetal Neonatal Med, 2015) planteó que estas manifestaciones incluyen signos neuromotores, alteraciones del tono muscular, hiperreflexia, alteraciones en la neuroconducta, y en largo plazo, alteraciones visomotoras y auditivas.
El nivel del umbral neurotóxico parece ser único para cada paciente. Hoy daremos una mirada breve a una publicación reciente dedicada a evaluar las repercusiones de la exposición temprana a bilirrubina y sus consecuencias en el neurodesarrollo.
El artículo de Merino-Andrés (Child Care Health Dev, 2024) es una revisión sistemática que incluyó 19 estudios que involucraron 2119 bebés expuestos a bilirrubinas con la posterior evaluación de su desarrollo en el primer año de vida. El estudio incluyó estudios de cohorte y de tipo caso-control donde se incluyeron recién nacidos a término y prematuros con la hiperbilirrubinemia como único factor de riesgo para el desarrollo. Estos criterios estrictos explican la inclusión de tan pocos estudios y por qué solo 1 de ellos (Can, 2015) se enfocó en prematuros exclusivamente.
Se evaluaron los resultados de 2023 bebés a término, con edd gestacional promedio de 39 semanas, y 48.7% de niñas. Entre los 187 bebes prematuros incluidos, la edad gestacional promedio fue de 35 semanas, 30% fueron de sexo femenino.
En la población de prematuros no se encontró una asociación entre los niveles altos de bilirrubina y efectos en el neurodesarrollo. Claro que la evidencia que proporciona un solo estudio (consideradode buena calidad por los autores) es insuficiente, pero recordemos que la hiperbilirrubinemia casi nunca es un factor de riesgo aislado, y que factores como el bajo peso al nacer y las comorbilidades de esta población incrementan el riesgo de alteraciones en el neruodesarrollo.
Por otro lado en la población de bebés a término se encontraron alteraciones en la función auditiva y el desarrollo motor grueso (alteraciones en la coordinación, equilibrio y velocidad de ejecución de movimientos, parálisis cerebral distónica) y fino (funcionamiento manual y bimanual). Uno de estos estudios, que evaluó pacientes hasta los 6 años, encontró un menor rendimiento en los primeros años de escuela.
Agradecemos al Dr Enrique Bambarén por facilitarnos este estudio, que te dejamos en versión completa aquí:
Puedes revisar la publicación de Bhutani en 2015 aquí:
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